jueves, 7 de enero de 2010

El Niño Perdido.


"El que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él" (Mc 10, 15). Y yo, Señor ... ¿Por qué soy tan complicado? ¡Cuando todo es simple contigo!, sólo debo estar en silencio y escuchar Tú voz. El problema es que me siento importante, quiero hacer las cosas a mi manera por eso mi vida es así, solemne y aburrida.
Tal ves la falla no está en lo que hago, sino en cómo lo hago.



El niño corre, descubre asombrado mil cosas, trata de tomar lo que puede y si algo cae de sus manos, no se turba; sigue alegre su camino. No se angustia por exigencias que debe cumplir, porque tiene una familia y un hogar tibio donde cobijarse. Tú, Señor, eres más que todas las familias juntas... y tu presencia en la oración, hace que este sea el momento más pleno y seguro donde pueda reposar ... ¿Por qué entonces vivo asustado y pendiente de no equivocarme?.


¿Cómo encontrar al niño que hay en mí?. Al igual que Nicodemo, pienso que he vivido mucho y no puedo retroceder, pero Tú me conoces y permites divisar donde está la clave.


El niño perdido fue hallado en el Templo. ¡Hay un lugar! La oración personal es mi templo, debo acercarme en silencio, porque ahí, muy al fondo está lo esencial ... y al encontrarte Señor, "encuentro todo". En ese niño está la alegría, la espontaneidad, la capacidad de pararme y sonreír después de una caída.


Se que cada día debo enfrentar pequeñas muertes y que a veces no alcanzo a resucitar ... qué importa, a mi lado estás Tú, que eres la Resurrección y la Vida. Recuérdame esto Señor porque, a veces, me cuesta soltar los apegos y tengo miedo de fallar. Puedo caer muchas veces, pero Tú no me dejarás en el suelo. Tan sólo tengo que mirarte y aprender a escuchar esa voz distinta, única que hay en mi.


Así en pobreza y silencio podré entreabrir la puerta del Templo y encontrar a mi niño interior. Me lo habías dicho tantas veces Señor. Hoy, por fin, he abierto la puerta y el niño salió a correr. ¡Qué alegría!.

Digna Theoduloz V.

Vistas de página la semana pasada