miércoles, 2 de septiembre de 2009

Árbol de Invierno

Recuerdo que un invierno mi padre necesitaba leña, así que buscó un árbol muerto y lo cortó. Pero después, en la primavera, vio desolado, que al tronco marchito le brotaron renuevos. Mi padre dijo: Estaba yo seguro de que ese árbol estaba muerto.

Había perdido todas las hojas en el invierno. Hacía tanto frío, que las ramas se quebraban y caían como si no le quedara al viejo tronco una pizca de vida.

Pero ahora advierto que aún a levantaba la vida en aquel tocón. Y volviéndose hacia mí, me aconsejó: —Nunca olvides esta importante lección: jamás cortes un árbol en invierno.

Jamás tomes una decisión negativa en tiempo adverso. Nunca tomes las más importantes decisiones cuando estés en tu peor estado de ánimo. Espera. Sé paciente.

La tormenta pasará. Recuerda que la primavera volverá.

Robert Schuller

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